martes, 27 de noviembre de 2007
¡CINE NORMANDIE SE CAE A PEDAZOS!
La fachada del edificio que alberga al tradicional cine “Normandie”, ubicado en la calle Zenteno 184, esquina con Tarapacá, está pronta a derrumbarse. Es así como lo muestran sus balcones, de los cuales a diario se desprenden pedazos de cemento que arriesgan tanto la vida de los propietarios como la de los peatones que caminan por ahí.
El edificio que podríamos recordar como el más importante del cine arte chileno, hoy se ha convertido en un verdadero problema: años cautivando al público, hicieron que más temprano que tarde comenzara a mostrar los primeros síntomas del desgaste.
Nicolás Orellana es testigo del grave deterioro que está sufriendo el cine. El lunes pasado, él caminaba por la vereda de la calle Tarapacá, cuando sorpresivamente un pedazo de hormigón cayó del edificio y le golpeó la cabeza. “Yo he presenciado e incluso he sido víctima de lo que está ocurriendo con esta fachada. Me preocupa porque tengo que caminar todos los días por aquí y sé que mucha gente hace lo mismo. Como siempre en Chile, se van a comenzar a tomar las medidas cuando muera alguien”, dice Nicolás.
El cine, con sus paredes descascaradas y desteñidas, está en condiciones deplorables. El gran problema es que nadie puede hacer nada, excepto los propietarios, quienes, según Patricia Ohmke, presidenta de la Administración del edificio, no están dispuestos a pagar ni un peso para la reparación correspondiente. Desde que ella asumió el cargo, hace dos años atrás, que ha tratado de persuadir a los copropietarios para que restauren sus terrazas. Sin embargo no ha obtenido ni una respuesta. Ni la constructora ni el gobierno quieren hacerse cargo de un edificio que tiene más de cincuenta años. En definitiva, el derrumbe del cine avanza a un paso acelerado y nadie quiere ser el responsable.
CAPREDENA, Caja de Previsión de la Defensa Nacional, es la institución que construyó el edificio y que aún es dueño del 25%. Son propietarios del cine y de los estacionamientos, pero se niegan a invertir dinero para arreglar la fachada. Dicen que es responsabilidad que cada dueño y que ellos no están dispuestos a responder por el desgaste que presenta el edificio.
El derrumbamiento de las terrazas no es el único síntoma de destrucción que presenta el cine.
Maritza Núñez, de 58 años y dueña del 502, cuenta que durante el invierno se inundó más de tres veces, debido a que el propietario del departamento de arriba cambió el uso del suelo y expandió su terraza. Ella es parte del directorio de la administración, y al igual que Patricia lleva dos años luchando para que los propietarios se comprometan con la fachada.
El jueves de la semana pasada, Patricia, Maritza y otras dos mujeres que integran el directorio, enviaron una carta a todos los propietarios de los 83 departamentos. Ésta señala que varios transeúntes que caminaban por la calle Tarapacá, se quejaron debido al desprendimiento de los residuos de los balcones. Es por ello que los invitan a tomar las medidas del caso, pues la Administración no se hará responsable y si hay un accidente mayor, los más perjudicados serán ellos mismos. Las cuatro mujeres que integran el directorio les darán un plazo de restauración que no comprenderá más de dos meses y si no cumplen serán sancionados y demandados.
Los casi 60 años que lleva en pie el cine definitivamente pesan y si no hay un plan inmediato de restauración, se derrumbará por completo.
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